CAJA
DE PANDORA
La serie “Caja de Pandora” se basa en un pasaje de
la mitología griega: “Cuando Prometeo osó robar el fuego que portaba el
dios Sol en su carro, Zeus entró en estado de cólera y ordenó a los
distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre.
Pandora traía consigo una caja que contenía todos los males capaces de
contaminar el mundo de desgracias y junto (a) ellos el bien de la
esperanza. Pandora,
víctima de su curiosidad, abrió un aciago día la caja
y en ese mismo momento se expandieron una multitud de plagas como la
envidia, la ira, la venganza para el alma, el fraude, el engaño, la
violencia... y estos males se repartieron por todas partes.
Asustada, la muchacha cerró la caja de golpe quedando dentro la
Esperanza, tan necesaria para superar la trágica adversidad”.
RGF a través de su obra ha reflejado muchas de
aquellas plagas que se convierten en amenazas graves para la
convivencia. Durante los años ochenta se centra en la atroz persistencia
que el SIDA había ejercido, principalmente, sobre la comunidad
homosexual y que había limitado su reivindicación
por una
aceptación social plena. En los años noventa sus inquietudes se
dispersan en el paso del tiempo, el dolor, la muerte y la esperanza. En
los primeros años del nuevo siglo el mundo se convulsiona con nuevas
amenazas globales como la inseguridad provocada por el terrorismo o la
introspección que aumentaba en diferentes marcos geográficos. Estas
nuevas inquietudes aparecen por primera vez en su obra en el lienzo “AT
VI” e, inmediatamente, en la serie “Babel –Confusión”, realizados en
2000, que abordaban el fenómeno social del incremento de las
peculiaridades diferenciales de algunas regiones europeas, en especial
aquellas en las que el artista reside: Escocia (Reino Unido) y España.
En “Caja de
Pandora”, incidiendo en el mismo tema, el artista asume el papel del
personaje mitológico en el momento de romper el sello que cerraba el
recipiente y provocaba la difusión de los males que afectan a la
humanidad, en este caso representados alegóricamente por unas banderas.
El ambiente opresivo de los túneles del metro en construcción, el efecto
disipador de los huecos de ventilación sobre las telas y el gesto del
personaje ayudan a completar la puesta al día del pasaje mitológico en
clave autobiográfica. Entre ambas series existe algo en común, un velo
rayado que modifica la percepción de los hombres como prefiguración del
paso del tiempo y las mutaciones que este genera en la sociedad y en
nosotros mismos.