FEBRERO / February

Carlos Sanrune

ELIGE / Chooses

Allá, allá lejos donde habite el olvido

 
Valencia, 1960.
 Ingeniero. Autor de la novela "El gladiador de Chueca". Por motivos profesionales ha residido en México y en Portugal. Actualmente vive en Madrid.

(Carlos Sanrune  es  seudónimo literario)

 

   La primera vez que vi una reproducción de esta obra, recuerdo, fue como ilustración de portada de una novela de Jean Genet. Era en la primera mitad de los ochenta y en aquel momento no identifiqué al autor, pero si comprendí la historia que el cuadro contaba. Hablaba de la ausencia, de lo que queda cuando el amor acaba. Su título, tomado de un poema de Cernuda, me lo confirmó.

       La obra une a su perfección técnica un profundo dramatismo -me atrevería a calificar de sobrecogedor-, que se desprende de la ruptura violenta de la casi perfecta simetría de su composición. Con ello consigue que lo más destacable sea lo que no aparece: el personaje que ha abandonado el asiento vacío de la derecha. Su ausencia llena el cuadro y todo los elementos que forman la composición están, exclusivamente, para recordarlo: el vaso a medio consumir, la cazadora sobre el taburete, las botellas vacías y, lo más importante, la mirada del personaje solitario de la izquierda, que obliga al espectador a dirigir la suya hacia el hueco clamoroso.

        Los colores cálidos utilizados agudizan la pasión que se desprende de la mirada de este personaje. La cazadora perdida, idéntica a la que él viste, y los vasos llenos exactamente hasta el mismo nivel, hablan de una pasada identificación con quién ocupó el otro lado de la mesa. La fuerte luz cenital que ilumina la escena, creando luces y sombras contrastadas, dramatiza la expresión de emoción contenida del solitario, quien parece agarrar el vaso como si intentase retener la historia pasada. Las botellas vacías, en el centro de la obra, nos hablan de esa historia, ya agotada.

       Aunque la prenda de ropa abandonada y el vaso sin apurar podrían sugerir una ausencia temporal, la mirada del personaje lo desmiente: la cazadora y el vaso son solamente recuerdos. Lo que queda es la ausencia.

 

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